miércoles, 23 de noviembre de 2011

Recuerdos

Recuerdo el acariciar de la piel
de otro ser que me daba pasión,
la sonrisa y el tremendo placer
de sentir que el culpable de ello era yo.

Recuerdo bajar la luna
y al viento pedirle una canción,
intentar mecerla como una cuna
y entregarle mi vida, sueño e ilusión.

Recuerdo no recordar porqué,
porqué desde el comienzo no me lo contó.
Recuerdo quererme perder
en el infierno del pasado tras lo que pasó.

Recuerdo recordar luego con dolor
cada beso, caricia y abrazo
y tras ello, pedazo a pedazo
espartirse por el universo, mi corazón.

Recuerdo perderme en el olvido
de los recuerdos de la felicidad
cuando gracias a un amigo
abrí los ojos a la realidad.

Recuerdo cuando comprendí
que no fuí yo quien falló
que la falta a la verdad que sentí
fué la que ella me propinó.

Recuerdo con orgullo la recuperación
de mi alma y cómo sanaba las llagas
gracias sin duda a esa estupenda pasión
por vivir día a día todas las mañanas.

Recuerdo sentir pena por quien miente
y más aún por quien me mintió,
llegar a pensar que solo se quiere
cuando se quiere de verdad sin condición.

Recuerdo recuperarme de todo ello
y mirar al presente con ilusión,
pensar que aprendí de todo esto
que no me querrán porque quiera yo.

Recuerdo aprender muchísimo de esa experiencia
pero, de todo ello, aún me queda el mejor,
el recuerdo de saber que a quien me quiera
podré ofrecerle de nuevo el más bello de mi amor.

1 comentarios:

Utopía - Ana Calatayud L. dijo...

Di que sí. De cada experiencia, por buena o mala que sea, siempre se puede sacar alguna enseñanza que nos pueda servir para el futuro :) Bss