viernes, 23 de septiembre de 2011

Receta para la felicidad

Abrir los ojos al amanecer
y encontrar otro motivo para sonreir,
mirarnos al espejo y comprender
que merece la pena el hecho de vivir.

Caminar por la vida sin más,
comprender que los gestos mínimos
no son insignificantes, sino íntimos
y sin duda alguna, dignos de admirar.

Mirar a la vida a los ojos
para sonreirle y abrazarla,
girar sin miedo sus recodos
y sorprender sonriendo al alba.

Agradecer el hecho del apoyo
que te brinda cada persona cercana
cuando crees caer en esos hoyos
que aparcen como de la nada.

Afrontar sin miedo cada dificultad
impuesta entre nuestros sueños y su realidad
y si caemos volvernos a levantar
y con más entusiamo, volverla a afrontar.

No temer amar, aunque nos pueda dañar
y darlo todo, eso sí, a cambio de nada
pues solo así, créeme, conseguirás
la tan ansiada y codiciada felicidad.

Y por último un consejo, ya que nunca viene mal;
no la descuides nunca, ni la dejes de mimar,
pues es efímera y te aseguro que se marchitará
si dia a dia no ayudas a que se pueda quedar.

Ya sé que no es fácil no os voy a engañar
y nadie asegura que se pueda lograr,
pero si lo intentas tendrás una posibilidad
y que merece la pena, eso no se puede negar.

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