viernes, 30 de septiembre de 2011

Promesa entre mente y alma

Anoche quedé con mi alma
para sentarnos y reflexionar,
ambos pedimos tregua
y tras ello decidimos descansar.

En ese descanso acordamos unas reglas
muy fáciles de comprender
así logramos que ambos, de alguna manera
siga y no se llegue a perder.

Mi alma, me prometió seguir adelante
fuese cual fuese la dificultad,
yo en representación de mi mente, no obstante,
firmé que me dejaría llevar.

Prometí en malos tiempos buscar solución
y no perderme en la oscuridad,
ella que lucharía siempre me prometió
para de esa manera, ayudar.

Sentados ambos, reímos mirando al futuro
acordando que dejaríamos que llegase,
viviríamos el presente en lo más puro
preocupandonos solo de lo que ahora pase.

Recordaríamos el pasado como anécdota
de las cuales llegamos a aprender,
pero no reviviríamos antiguas derrotas
ni nos atascaríamos en lo que no es.

De ese modo nos disponemos a vivir
luchando por lo que queremos,
sellamos la reunión con un sin fín
de venideros sueños.

Así pasó la noche pasada
y dió comienzo el nuevo alba,
alba de nueva vida sin duda,
alba llena de esperanzas.

Tras ello sellamos el trato
de promesas en esa noche pasada,
en representación de mi mente hago
que la promesa quede reflejada.

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