Carta a los reyes magos

En una nuve de sueños
y de caramelo su sabor
junto a de poesía un cielo
y de sentimientos el sol

descansa un niño pequeño
que alguna vez deseó
que se cumpliese su sueño
de lograr ser mayor.

Junto a una hoja empapada
por lágrimas del tiempo
una pluma, tinta derramada
y letras, despierto...

mis ojos reflejan la mirada
de lo que ahora es un desierto,
en cambio tierra sobrehabitada
fué hace algún tiempo.

Sobrehabitada de sentimientos
de esos que al dormir permanecen
arropados y junto a tu cuerpo
para que los notes cuando despiertes,

pero el niño juguetea sin saber
que esa pluma no es ningun juguete,
juega y escribe en ese papel
lo que el quiere este año por reyes.

Yo sonrío al saber
que aunque de nada es consciente
él desea volver
a llenar de sentimientos este recipiente,

escribre sin pensar,
tan solo pide lo que siente;
lo que abandonó este lugar
y que de momento no vuelve.

Me acerco a su presencia,
se asusta y suelta su pluma,
cojo el papel con una reverencia
le sonrío intentando ser de ayuda,

tras ello le acompaño y la echamos
deseando que la lean los reyes,
el sin saber lo que de verdad necesitamos
ha logrado sin duda sorprenderme.

Por eso queridos magos, o, reyes,
quizás reyes magos si lo prefieres,
no pido que mis arcas de oro llenes
sino que a este niño, no abandones.

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